Me levanté muy cansada, después de haber estado pateándome Guadalajara en una manifestación a favor de la educación pública. Era ese cansancio que llevaba notando meses. Llevaba mucho tiempo volviendo de clase a las dos de la tarde y nada más llegar quedándome dormida del puro agotamiento, cosa que nunca me había pasado. También llevaba meses con un fuerte dolor en la tripa… lo que siempre hemos supuesto que era la vesícula.
Aquel día me dolía un poco más de lo normal. Pero hice un esfuerzo enorme y puse rumbo al autobús. De camino a la parada iba discutiendo conmigo misma. “¿Dónde vas? ¿Con este dolor piensas que vas a poder aprovechar el día? ¡Date la vuelta y vuelve a la cama! ¡Si estás hecha polvo!” pero no. Seguí andando. Allí estaba, como todos los días, Alba. Y como todos los días, cuando me preguntó qué tal estaba la dije que me dolía la tripa. Pero eso ya era algo habitual. Siempre me dolía.
Llegamos a la universidad y allí, después de un par de horas no pude más. Tuve que llamar a mi madre para que me llevara a urgencias. Entramos por la puerta de admisión, y no salí de allí hasta pasado un mes. Entré con un supuesto cólico viliar, y salí con un diagnostico de linfoma, que ni siquiera era seguro que fuera Hodgkin, y con un miedo terrible, porque pronto empezaría mi primera quimio.
Hoy hace seis meses de mi primer ingreso. Seis larguísimos meses, en los que han pasado muchísimas cosas que me han cambiado completamente, por dentro y por fuera. Muchísimas pruebas, algunas dolorosas y otras incluso relajantes. He probado la anestesia general, la local y la sedación. Me sacaron dieciocho ovocitos, para poder tener en un futuro hasta dieciocho hijitos, en el caso de que la dichosa quimio me haya frito los ovarios.
Me he cortado el pelo más veces en seis meses que en cinco años. Llevo seis meses sin ponerme un sujetador, porque con el dichoso catéter no puedo. Los tops están muy bien para hacer deporte, pero precisamente deporte no hago. Echo de menos los aros y sobre todo los rellenos… jajaja
También he conocido gente fantástica, tanto en el hospital como en internet, gente que espero tener a mi lado por mucho tiempo. En estos seis meses me han metido en el cuerpo mil veces más veneno que a la manzana mortal de Blancanieves.
Nueve sesiones de quimioterapia, superadas. Treinta y seis bolsas. Cuatro ciclos y medio. Y aquí arrastrándome por mi casa cual gusano. Los efectos cada vez son más fuertes. Y cada semana aparece algo nuevo. Esta vez, aparte de lo que ya tenía, han aparecido dolores muy fuertes en las piernas y en la tripa. Los dolores de tripa tienen explicación, porque la quimioterapia que me están dando, ABVD, es un compuesto de:
Adriamicina® (doxorrubicina).
Bleomicina.
Vinblastina.
Dacarbazina (DTIC)
Bleomicina.
Vinblastina.
Dacarbazina (DTIC)
¿Cómo os habéis quedado? Igual, supongo jajaja Pues debe ser, según me dijo mi hematóloga, que la Vinblastina provoca cambios muy fuertes en el estómago, y puede producir mucho estreñimiento y dolores en la zona abdominal.
Desde la octava sesión, empecé a notar taquicardias, y como si es corazón se me fuera a salir del pecho. Como si sonara muy fuerte dentro de mi cuerpo, sin hacer ningún esfuerzo. Por esto, el dia 1 de abril tienen que hacerme un ecocardio, una ecografía del corazón. Y luego, el día 4 de abril tengo mi décima sesión de quimio. Parece mentira, tantas ya…
Pero bueno, los días pasan, poco a poco, y aunque los efectos hayan ido a peor, yo se que se terminan pasando y que a partir de hoy solo puedo ir a mejor (hasta la próxima que otra vez abajo…) y como siempre digo, UN DÍA MÁS ES UN DÍA MENOS.
Pero bueno, los días pasan, poco a poco, y aunque los efectos hayan ido a peor, yo se que se terminan pasando y que a partir de hoy solo puedo ir a mejor (hasta la próxima que otra vez abajo…) y como siempre digo, UN DÍA MÁS ES UN DÍA MENOS.
A ver qué tal se dan estas tres últimas sesiones que me quedan. Y a ver si este fin de semana puedo salir un poquito, me empiezo a cansar de ser una niña burbuja… porque llevo desde el día 25 de Octubre sin moverme a penas… a saber cuál es mi índice de masa muscular… menos dos millones por lo menos jajaja
Mis cejitas y mis pestañas están en las últimas. Me da pena despedirme de ellas. Me da mucha más pena que el pelo de la cabeza. Las pestañas, y las cejas sobre todo forman parte de mi expresión, y no sé qué cara voy a tener sin cejas, y si me las sabré pintar o pareceré el Guernica. Cuando esto acabe todo volverá a su sitio. Los músculos, el pelo, las cejas, las pestañas, las piernas, la tripita, incluso los sujetadores. Todo lo físico volverá a ser como antes. En cuanto al interior… el interior me lo estoy construyendo con mimo. Está empezando a ser el interior perfecto, sin rencores ni medias tintas, sin demasiados miedos y sin ganas de alojar cosas absurdas.
“Cuantas más piedras encuentre en mi camino, más grande construiré mi castillo.”
Quiero darles un saludo a Mónica y Javi, a Isabel, a Sandra, y a Danny, PODEMOS, YA QUEDA MENOS!! Hodgkin no podrá con nosotros!