"No pidas una vida fácil. Pide ser una persona más fuerte."

lunes, 19 de enero de 2015

Mi terapia.

Que esté sana, vivita y coleando, no quiere decir que me haya olvidado de vosotros. Las visitas siguen subiendo, y eso quiere decir que siguen pasando por aquí personas que buscan conocer experiencias, o que buscan ayuda en esta aventura tortuosa que es el cáncer.
Recibo muchísimos mails de gente maravillosa, personas con miedo, asustadas, que me dan las gracias por haber abierto este blog, porque mi experiencia les ayuda a hacerse una idea de lo que les espera con la quimioterapia.

Pero no solo recibo comentarios positivos. Desde que me curé, recibo algunos comentarios negativos que intentan herirme. Por eso he habilitado la opción de leer yo los comentarios antes de publicarlos, ya que no quiero que esas personas dejen su huella en mi blog. Cuando una crítica es constructiva, adelante, pero si entras en este blog para decirme lo fea y aburrida que soy, puedes irte por donde has venido. No publicaré comentarios de ese tipo, no tienen cabida aquí. Esas personas pueden pensar que me hieren o me desaniman, pero la realidad es muy distinta. Además, si tengo los llamados "haters" eso quiere decir que este blog llega a mucha gente, incluso a personas con existencia triste que no tienen nada mejor que hacer.

Dejando a un lado a estas personas irrelevantes, vengo a hablaros de un tema que ha sido muy importante para mi y que me ha ayudado a relajarme en muchos momentos feos, de estos que recuerdas tiempo después y notas como el estómago se te remueve.

No es otro tema que LA MÚSICA. La música me ha acompañado en el hospital en muchísimas ocasiones. Las canciones me daban fuerza, me hablaban de no decaer, de lo bonito de la vida y de lo que realmente merece la pena. La música amansa a las fieras dicen. A mi me calmaba cuando me conectaban a esas dichosas bolsas. 

Recuerdo cuando escuchaba "Resistiré" del Dúo Dinámico, "Cicatrices" de mi amigo Diego Mateo, "Entre mis recuerdos" de Luz Casal, "21 guns" de Green Day. Esas canciones y muchas otras me han hecho escapar de habitaciones frías que olían exageradamente a lejía. Me han hecho soñar y pensar en lo mucho que le iba a agradecer a la música durante toda mi vida por esos pequeños ratitos de liberación. Todo aquel que esté pasando una quimioterapia, que conecte unos cascos al móvil y meta unas cuantas canciones. Alegarán mucho mas de lo que se imagina momentos tan crudos y desagradables.

Cuando me curé, me di cuenta de lo que más me apasionaba, del pasatiempo más especial que hacía años que había dejado de lado: cantar.
Para mi, cantar es una terapia y una forma de sacar los ángeles y los demonios que tengo dentro.

Me gustaría compartir con vosotros algo que me ha hecho estar completa en los momentos más duros de la recuperación, en los que te sientes perdido y solo. Mi grupo de música, del que os he hablado en alguna ocasión. Este es nuestro primer trabajo, una canción compuesta por nosotros. Espero que os guste, y que si estáis en un mal momento os anime a seguir. Esa que canta soy yo. Esa que estaba hace siete meses calva, y con una máquina de quimio que pitaba y pedía más bolsas de veneno, soy yo.
PINCHA AQUÍ PARA VER EL VÍDEO


Nunca os rindáis, quedan muchos sueños por cumplir.
♡♡♡