"No pidas una vida fácil. Pide ser una persona más fuerte."

domingo, 8 de febrero de 2015

Donar médula NO DUELE NADA.

Hoy vengo con una entrada especial y muy cortita. 
Solo quería que vieseis este vídeo y lo compartierais en todas las redes sociales que podáis o en vuestros blogs. Este peque se llama Daniel, su mamá nos lo presentó como el pequeño Duende Dam Dam. Tiene un blog en el que cuenta todas sus aventuras hospitaleras y ya se ha sometido a dos trasplantes de médula ósea, con tan solo cuatro añitos.
Pincha aquí para visitar el blog "MI DUENDE DAM DAM"



Desde Unidos por la Médula queremos hacer llegar el mensaje de Daniel a todas las personas que puedan donar y aún no estén seguras de ello o no sepan lo fácil que es. La donación suele ser por aféresis (parecido a un análisis de sangre) en casi todos los casos. NO SUELEN PINCHAR EN LA CADERA. 

Muchísimas gracias a todos los que seguís ahí, leyéndome. A los que critican mi blog, lo hago para prestar ayuda con mi experiencia y creo que eso no es nada malo. Si sigo escribiendo es porque me siento en deuda con toda la gente que me lee, o simplemente porque tengo algo que contar. Puede que a veces me repita y siempre diga más o menos las mismas cosas, pero si a alguien no le gusta lo único que tiene que hacer es no volver a pasarse por aquí :)

Lo dicho, compartid este vídeo porque esta carita tan guapa se lo merece. 
Donar médula no es doloroso, como ya he dicho antes lo suelen hacer con una extracción de sangre, en algunos casos (cada vez menos) lo hacen con un pinchazo en la cadera y su respectiva anestesia, pero suelen hacerlo por extracción de sangre con un pinchacito en el brazo.

Yo no puedo donar nada a causa del linfoma y la quimioterapia, pero ojalá pudiera hacerlo. NO DUELE NADA :)

#donamedula

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miércoles, 4 de febrero de 2015

Día Mundial contra el Cáncer.

Creo que a todos los que nos ha tocado vivir esta horrible etapa en nuestras vidas, y que hemos conseguido superarla, nos suceden cosas más o menos parecidas, y en ocasiones se nos vienen más o menos las mismas cosas a la cabeza.

¿Por qué tenemos que vivir a merced de la suerte? Siempre nos preguntaremos ¿habrá muerto mi cáncer para siempre? ¿volverá algún día? Es muy cruel el miedo que sentimos cuando todo va bien, todo es perfecto, y existe una espada de Damocles acechando. Ese es nuestro miedo, un miedo horrible, que nunca nos abandonará.

Cada pequeña cosa puede ser la punta del iceberg de una recaída, puede ser un nuevo cáncer. Y aunque nos empeñemos en disimular y en mirar hacia otro lado, sentimos miedo cuando algún síntoma que sentíamos antes del diagnóstico asoma la cabecilla y vuelve a nuestras vidas.

Pero, bajo todo eso, nos sentimos agradecidos. Nos sentimos afortunados. Hemos pasado una dura prueba, hemos superado más obstáculos en un periodo de tiempo de mayor o menos duración, que muchas personas a lo largo de toda su vida. Somos más fuertes de lo que éramos antes. Somos consicientes de cosas que jamas habríamos entendido ni nos hubieramos planteado si no hubiesemos tenido a la muerte dentro y si no la hubiesemos atacado con el ejercito arrasador de la quimioterapia.

Pero, por extraño que parezca, esta entrada no se la dedico a los ex-enfermos de cáncer. Se la dedico a todos aquellos ángeles que no pudieron superarlo. Ojalá todos ellos hubieran podido decir estas palabras, ojalá hubieran podido hablar de lo duro que es superar un cáncer. En especial a mis ángeles, mi abuela Antonia y mi tía Charo. A ellas el cáncer no les dejó intentarlo, no las dió tregua como a mi... a nosotros los ex-enfermos nos dió tiempo, pero a muchos otros no. Por eso debemos poner todo nuestro empeño en que prosigan las investigaciones. Si no nos rendimos, seremos imparables. Ojalá algún día el cáncer solo sea una enfermedad de tiempos antiguos como ahora es la peste. Sigamos luchando, hagamos lo que esté en nuestra mano para honrar la memoria de todos nuestros ángeles.

Y los que seguís luchando... jamás perdáis la esperanza. No os rindáis nunca.



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